Un año más, que más da...

He estado ultra desaparecida del cybermundo, pero por fin acabó mi trabajo veraniego y ahora literalmente estoy de VACACIONES, yupi!!, (aunque ni tan yupi porque a lo mejor serán unas vacaciones medias eternas ya que no he encontrado aún pega de profe...snif!)

Bueno, le contaré a quien le interese leer esto, sobre mi futuro y traumático cumpleaños. Así es, creo que estoy en una crisis pre cumpleaños (o quizás le hecho la culpa a mi cumple pero realmente es esta sensación incierta de haber estudiado 5 años para que llegue marzo y ser cesante...), en fin, la cosa es que se viene el 14 de febrero, y es justamente ese día, el día en que cumplo 25 años. No es la edad la que me tiene así, ni ahí con cumplir un año más de vida, creo q esos bajones de la edad vienen para las treintonas o cuarentonas que no se resignan a perder su juventud. Mi trauma va no sé si porque es un 14 de febrero o por que está tan cerca de marzo que es un mes al que le tengo pánico (la ya mencionada incertidumbre en la que me encuentro).

Para que me entiendan les contaré mi cumple Nº 23 y 24.

Cumpleaños Nº 23: Los pocos amigos de Talca, la mayoría de vacaciones, invité como a 7 y llegan 3 o 4.

Cumpleaños Nº 24: Todos de vacaciones, incuida mi familia. Esta vez lo pasé con mi hmna, y mis infaltables 2 mejores amigas. Imagínense lo prendido que estuvo eso. Jajajaja.

Este cumple no quería hacer nada. Mis 2 infaltables amigas esta vez faltaran, así que para hacer de esta fecha algo más traumático aún, le habia dicho a mi familia que no se preocuparan por mi cumple y se fueran no más a la cordillera, así la pasaría sola y haría como que el 14 de febrero es igual al 15 o 16, es decir, es un día como cualquier otro. Pero algo inesperado pasó este año. Es más, pasó hace un rato! Por un lado mañana llega desde la pencopolis (Concepción) un personaje que puede hacer este 14 de febrero algo distinto, y por otro lado, las amigas con las que trabajaba me tienen organizada una especie de celebración en la casa de una de ellas. Supuestamente era sorpresa pero hoy caché todo el rollo, me dió risa y ganas de decirle; no hagan nada! no es necesario!, pero las vi tan entusiasmadas con los preparativos que no hice más que responderles con una sonrisa y un "gracias por el gesto, se pasaron".

Esperemos que este 14 sea distinto. Saben que para mi muchas cosas han perdido el encanto pero uno siempre mantiene muy dentro suyo la esperanza. Además esto de sentirse desencantada y desepcionada de ciertas estrellas fugaces hacen que finalmente uno sonría y agradesca cosas simples. Quizás por eso mantengo firme mi sonrisa. (sonrisa que admito a veces resulta ser una careta que tapa todo lo que uno lleva dentro...)

Pero bueno, al mal tiempo buena cara. For ever en esa pará.











De vuelta al mundo de los blog.